Fortalece y Transforma tu Autoestima

La autoestima es una de las piezas clave en el rompecabezas de nuestra salud mental y emocional. Desde que somos pequeños, el modo en que nos percibimos y valoramos influye profundamente en nuestra vida. Desarrollar una autoestima sólida no es tarea sencilla, pero es crucial para vivir una vida plena y satisfactoria. Vamos a explorar cómo se forma nuestra autoestima desde la infancia hasta la adultez, por qué es importante buscar ayuda profesional si sentimos que nuestra autoestima está tambaleándose, y qué prácticas pueden fortalecerla.

Desde que somos niños, nuestra autoestima comienza a formarse a través de las experiencias y las interacciones con quienes nos rodean. Los elogios y los refuerzos positivos de nuestros padres y educadores juegan un papel crucial en esta etapa. Un niño que recibe amor y apoyo incondicional tiende a desarrollar una imagen positiva de sí mismo. En contraste, las críticas constantes o la falta de atención pueden sembrar las semillas de la inseguridad y la autocrítica.

A medida que crecemos y nos convertimos en adolescentes, los desafíos sociales y las comparaciones con nuestros pares pueden influir en cómo nos vemos. La presión para encajar y cumplir con ciertas expectativas puede hacer que nuestra autoestima se tambalee. Aquí es donde aprender a conocerse a uno mismo y a aceptar nuestras imperfecciones se vuelve fundamental.

En la adultez, la autoestima puede ser afectada por diversas situaciones, como fracasos laborales, rupturas amorosas o cambios en nuestra vida. Si nos damos cuenta de que nuestra autoestima está dañada y esto está afectando nuestra calidad de vida, buscar la ayuda de un psicologo en Lima puede ser un paso decisivo hacia la recuperación. Un profesional puede ayudarnos a identificar los patrones de pensamiento negativo, trabajar en la autoaceptación y desarrollar estrategias para enfrentar los desafíos de manera saludable.

Un psicólogo puede ofrecer herramientas valiosas para reconstruir nuestra autoestima. A través de terapias como la terapia cognitivo-conductual, podemos aprender a reemplazar pensamientos autocríticos con afirmaciones positivas y realistas. Además, el apoyo emocional y las técnicas de afrontamiento que se enseñan en terapia pueden ayudarnos a enfrentar los obstáculos con mayor resiliencia y confianza en nosotros mismos.

Para mantener una autoestima saludable, es útil adoptar algunas prácticas diarias. Empieza por establecer metas pequeñas y alcanzables que te den un sentido de logro. La autocompasión es otra práctica poderosa; trata de ser tan amable contigo mismo como lo serías con un buen amigo. Además, rodearte de personas que te apoyen y te animen puede marcar una gran diferencia en cómo te ves a ti mismo.

Por otro lado, hay ciertos hábitos que pueden perjudicar nuestra autoestima. Compararte constantemente con los demás, obsesionarte con las redes sociales y criticarte duramente pueden minar tu confianza. Evita caer en estas trampas adoptando una actitud más equilibrada hacia tus logros y fracasos. En lugar de compararte, concédele valor a tu propio viaje y reconoce tus propios logros.

Dr. RAÚL EDUARDO ESPINOZA LECCA

Psicólogo clínico social de Orientación Logoterapéutica (Centro Psicoterapéutico Logos de Perú, Sociedad para el Avance de la Psicoterapia Centrada en el Sentido de Colombia, Viktor Frankl Institute de Alemania).

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