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El síndrome del corazón roto


El síndrome del corazón roto no es solo una metáfora para describir el dolor de una ruptura amorosa, sino una condición real que puede afectar tanto el cuerpo como el alma. Cuando una relación termina o se pierde a alguien querido, es normal sentir que el mundo se desmorona. La sensación de vacío, como si el corazón hubiera sido arrancado, es devastadora. A veces, uno cree que no podrá volver a amar jamás, y que ese dolor será una sombra permanente en su vida. Este proceso, aunque doloroso, es una parte natural del duelo emocional.

Pero, ¿qué es exactamente el síndrome del corazón roto? En términos médicos, se le llama «miocardiopatía de takotsubo», una afección temporal en la que el estrés emocional intenso afecta el músculo del corazón, imitando los síntomas de un ataque cardiaco. Esta respuesta física demuestra lo intrincadamente conectados que están nuestras emociones y nuestro cuerpo. Aunque en la mayoría de los casos no es mortal, la angustia que provoca es real y puede ser difícil de manejar.

Los síntomas del síndrome del corazón roto

Es común que quienes sufren el síndrome del corazón roto experimenten síntomas tanto emocionales como físicos. Algunos de los más frecuentes son:

  1. Dolor en el pecho: Este síntoma puede confundirse con un ataque al corazón, ya que el dolor es intenso y puede durar varias horas o incluso días.
  2. Dificultad para respirar: El estrés emocional puede desencadenar una sensación de opresión en el pecho que dificulta respirar adecuadamente.
  3. Sensación de fatiga extrema: El agotamiento emocional tiene un impacto físico, y es común sentirse sin energía para realizar incluso tareas simples.
  4. Ansiedad o ataques de pánico: La ansiedad puede desbordarse, provocando episodios de pánico que dificultan la vida diaria.

El duelo por la pérdida de una persona a la que se amó profundamente es uno de los procesos más duros que una persona puede enfrentar. La nostalgia por los momentos compartidos y la sensación de que nunca volveremos a experimentar ese tipo de amor pueden apoderarse de nosotros. Es natural aferrarse a los recuerdos y tener la esperanza de que la situación cambie, pero una de las lecciones más difíciles de aprender es que, a veces, la vida nos obliga a seguir adelante.

Aceptar la realidad de una pérdida no es un proceso lineal. Un día puedes sentir que has avanzado, y al siguiente, el dolor regresa con fuerza. Dejar ir no significa olvidar o dejar de amar, sino aprender a vivir con el recuerdo sin que este te paralice.

Consejos para sobrellevar el síndrome del corazón roto

Aunque no hay una fórmula mágica para sanar un corazón roto, existen algunas estrategias que pueden ayudarte a lidiar con este proceso emocional:

  1. Habla con alguien de confianza: Expresar tus emociones es fundamental. Hablar con amigos o familiares puede ayudarte a desahogar tus sentimientos y obtener perspectivas diferentes.
  2. Dedica tiempo a ti mismo: Enfocarte en actividades que disfrutes o que te ayuden a sentirte mejor, como practicar ejercicio, leer o viajar, puede ser una forma saludable de distraerte y comenzar a sanar.
  3. Permítete sentir: El dolor no desaparece de la noche a la mañana. Permítete sentir todas tus emociones, desde la tristeza hasta el enojo, sin juzgarte por ello.
  4. Haz una pausa en redes sociales: Evita estar pendiente de las redes sociales de la persona que perdiste. Esto solo prolonga el duelo y dificulta el proceso de superación.

¿Cuándo es el momento de acudir a un psicólogo?

Si bien el duelo es un proceso natural, llega un punto en el que, si sientes que el dolor es demasiado y afecta significativamente tu vida diaria, puede ser el momento de buscar ayuda profesional. Si experimentas alguno de los siguientes signos, considera acudir a un psicólogo:

  • Incapacidad para llevar a cabo tus actividades diarias.
  • Sentimientos persistentes de desesperanza.
  • Episodios de ansiedad o ataques de pánico que no puedes controlar.
  • Pensamientos constantes sobre la persona perdida, que interfieren con tu vida.

Un psicólogo puede ayudarte a encontrar herramientas para procesar el duelo, a aceptar tus emociones y, poco a poco, a sanar. El síndrome del corazón roto es una etapa difícil, pero con el tiempo, apoyo y el cuidado adecuado, es posible encontrar la paz y volver a creer en el amor, incluso cuando parece imposible.


Dr. RAÚL EDUARDO ESPINOZA LECCA

Psicólogo clínico social de Orientación Logoterapéutica (Centro Psicoterapéutico Logos de Perú, Sociedad para el Avance de la Psicoterapia Centrada en el Sentido de Colombia, Viktor Frankl Institute de Alemania).

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