
¿Cómo sé si tengo dependencia emocional?
La dependencia emocional es una de las dificultades afectivas más conocidas y de mayor uso en el lenguaje cotidiano cuando queremos describir nuestro malestar frente a una relación de pareja que nos provoca ansiedad, pero: ¿qué significa y cómo saber si tengo dependencia emocional?
La dependencia emocional podría definirse como una necesidad de afecto de una intensidad tal que, para satisfacerla, podemos ser capaces de hacer cosas que nos dañan. En otras palabras, me doy cuenta que tengo dependencia emocional cuando empiezo a “soportar”. Cuando puedo poner mis necesidades en segundo plano con tal de que la pareja no se aleje de mí. Con tal de que me escriba, con tal de que me dé alguna atención, aunque sepa que dicha atención no sea suficiente como para sentir que me ama.
¿Dependencia emocional es lo mismo que amar intensamente? No. Es cierto que cuando necesitas atención de esa persona, tu malestar te puede llevar a pensar que amas a esa persona con una intensidad muy fuerte, pero lo que en realidad está sucediendo es que esa persona está cumpliendo un rol que no le corresponde en tu vida.
Las personas tenemos, digamos, dimensiones comunes en nuestra vida: familia, trabajo, amistades, pareja, entre otras. Cuando tengo alguna dificultad en estas dimensiones, puedo apoyarme en las demás para no caer. Por ejemplo, si pierdo el trabajo, me apoyo en mi familia, pareja, amigos, hasta recuperarme, y así. Pero, ¿qué sucede si, por ejemplo, tengo dificultades en alguna dimensión, como familia o amigos, que no he podido superar? Puede sucederme que mi pareja empiece a cumplir ese rol; es decir, que mi relación de pareja en cierta medida cubra la falta que me hicieron mis padres, o cubra la vida social que no he desarrollado.
En este sentido, si corro el riesgo de perder a mi pareja, no lo tomo como un riesgo en la dimensión de pareja solamente (que puede ser ya bastante dolor), sino que más cosas en mi vida están en juego, y me desestabilizaría mucho perder tantas dimensiones (que están centradas en mi pareja), y estoy dispuesto, así, a soportar cosas que no debería soportar, con tal de no perder la relación, entrando en una conducta dependiente.
De esta forma, caigo en una relación que, lejos de construirse, se basa en mantener el vínculo aunque sea débilmente: llego a pedirle poco, porque me basta poco para sentir que mi vida aún no está perdida, y que esa persona es muy importante para mí, sin caer en la cuenta de que mi fuerte necesidad solo en parte tiene que ver con lo que siento por la otra persona, en tanto que una gran parte de mi malestar, de mi angustia, de mi dolor, de mi “amor”, más bien está relacionado a que no he desarrollado lo suficiente otros aspectos de mi vida.
En este sentido, uno de los objetivos de la terapia para tratar la dependencia emocional es construir tu desarrollo personal, llegando a conocer el límite entre el amor por esa persona, y los vacíos que necesitas llenar en otras dimensiones y que son la verdadera causa de tu malestar.

Dr. RAÚL EDUARDO ESPINOZA LECCA
Psicólogo clínico social de Orientación Logoterapéutica (Centro Psicoterapéutico Logos de Perú, Sociedad para el Avance de la Psicoterapia Centrada en el Sentido de Colombia, Viktor Frankl Institute de Alemania).
+51 968 511 777