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Terapia para traumas de la infancia


Los traumas de la infancia son experiencias que, aunque ocurran en los primeros años de vida, pueden dejar una huella profunda y duradera en la mente y el cuerpo. Pero, ¿qué es un trauma exactamente? ¿Cómo afecta nuestro cerebro y por qué esos eventos que vivimos cuando éramos pequeños tienen un poder tan grande sobre nosotros? Vamos a desglosar este proceso, cómo se manifiesta y cómo la terapia para traumas de la infancia puede ayudar a sanar esas heridas emocionales.

¿Qué es un trauma y cómo inicia?

Un trauma infantil es una respuesta emocional a un evento o serie de eventos que resultaron abrumadores para un niño. Estos eventos pueden ir desde abusos físicos, emocionales o sexuales, hasta situaciones aparentemente menos obvias como el divorcio de los padres, el abandono o una enfermedad prolongada. El trauma surge cuando el niño no puede procesar o enfrentar adecuadamente lo que ha sucedido lo que genera la sensación de vulnerabilidad y falta de control hace que el cerebro se vea incapaz de integrar esa experiencia, lo que produce un impacto emocional significativo.

¿Qué ocurre en nuestro cerebro?

Cuando experimentamos un trauma, el cerebro entra en un modo de «supervivencia». La amígdala, la parte del cerebro que se encarga de detectar el peligro, se activa de manera exagerada. En esos momentos, se produce una respuesta de lucha, huida o congelación. Esta respuesta es una forma de autoprotección, pero cuando se desencadena repetidamente en la infancia, puede alterar el desarrollo normal del cerebro.

Con el tiempo, el cerebro comienza a operar en un estado de alerta constante, esperando siempre el próximo peligro. Esto puede resultar en problemas de ansiedad, dificultad para regular las emociones o incluso trastornos más complejos como el trastorno de estrés postraumático (TEPT).

El trauma infantil no solo se queda en el ámbito consciente. Mucha de la información que recibimos cuando somos niños se almacena en el inconsciente, esa parte de nuestra mente que no controlamos activamente. A menudo, estos traumas reprimidos emergen en la adultez en forma de miedos irracionales, patrones de comportamiento repetitivos o relaciones disfuncionales. A través de la terapia para traumas de la infancia, es posible acceder a estos recuerdos reprimidos y trabajar en su liberación.

Situaciones que pueden marcar la infancia

Las experiencias que pueden causar un trauma son variadas y no siempre son fáciles de identificar. Algunas de las más comunes incluyen:

  • Abuso emocional o físico: La violencia verbal, el maltrato o la negligencia pueden generar cicatrices emocionales duraderas.
  • Pérdida de un ser querido: La muerte de un familiar o una figura importante en la vida del niño puede resultar devastadora.
  • Divorcio o separación de los padres: Aunque los padres intenten minimizar el impacto, esta situación puede dejar al niño con sentimientos de abandono o inseguridad.
  • Ambientes inestables o peligrosos: Crecer en una casa donde hay violencia, abuso de sustancias o inestabilidad emocional afecta profundamente el desarrollo psicológico.

¿Cómo saber si se trata de un trauma de la infancia?

Reconocer un trauma de la infancia puede ser complicado, pero hay algunas señales comunes que indican que es necesario buscar ayuda. Entre ellas, podemos encontrar:

  • Patrones repetitivos de comportamiento destructivo.
  • Dificultad para mantener relaciones estables y saludables.
  • Ansiedad o depresión persistente sin una causa clara.
  • Recuerdos intrusivos o flashbacks de experiencias dolorosas.
  • Reacciones desproporcionadas a situaciones cotidianas, como una ira desmedida o una tristeza profunda sin motivo aparente.

La terapia para traumas de la infancia ayuda a desenterrar esas emociones reprimidas, a enfrentarlas y a reconstruir una vida más plena y equilibrada. No hay que subestimar el poder que tiene hablar sobre lo que nos duele, entender nuestras emociones y sanar esas heridas que han estado escondidas durante tanto tiempo.


Dr. RAÚL EDUARDO ESPINOZA LECCA

Psicólogo clínico social de Orientación Logoterapéutica (Centro Psicoterapéutico Logos de Perú, Sociedad para el Avance de la Psicoterapia Centrada en el Sentido de Colombia, Viktor Frankl Institute de Alemania).

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